Lafayette trabaja como técnico de luces para un grupo de actrices feministas de Nueva York que se divierten abusando de él. Su vida da un giro inesperado cuando topa por azar con la cría de un chimpancé que se encuentra en la playa, dentro de los restos de un inmenso maniquí de King Kong. Este hallazo hará tambalear su propia vida y al fin decidirá adoptar a la cría del primate, obteniendo incluso un certificado de nacimiento para ella.