La última ocasión en la que Weissmuller ofrece su grito de guerra en su papel de hombre-mono. Pero no antes de cumplir la misión de rescatar a una bella sirena que es forzada a contraer matrimonio con un impostor que se hace pasar por el Dios Balu. Tarzán incluso llega a estar atrapado por un pulpo gigante cuando trata de llevar la calma a una comunidad de buscadores de perlas.