Heidi consigue ocultar a Miao en el ático gracias a la ayuda de Sebastian. Durante la clase golpean a la puerta de la sala de estudio, este es Sebastian quien presenta al pequeño organista conocido por Heidi, el niño juega. Las dos niñas se divierten sólo la señorita Rottnmeier pone fin a esa diversión. Sebastian pone al joven en la puerta pagándole más de lo que le debía por el buen trabajo que había hecho (había traído alegría y cólera a la ama de llaves), y las lecciones se reanudaron interrumpiendo una vez más: Sebastian introduce una gran canasta de picnic a la señorita Clara, la cesta está llena de gatitos saltando y rugiendo al ama de llaves, que gritando histéricamente los hace cazar a Tinette y Sebastian.